Alito Moreno enfrenta a Noroña y defiende la voz del PRI en el Senado Alejandro “Alito” Moreno deja al descubierto la provocación de Noroña y reafirma el compromiso del PRI con la democracia y la participación legislativa.

Durante la sesión de la Cámara de Senadores, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas se convirtió en protagonista de un episodio que ha generado amplia discusión en la opinión pública. Con un orden del día previamente aprobado, la bancada de Morena decidió alterar los puntos de manera inesperada, impidiendo que la oposición pudiera intervenir en los debates programados. Ante esta acción, Alito dejó claro que no permitiría que se vulnerara el derecho de los legisladores a participar y expresar sus opiniones, mostrando con firmeza que el PRI está comprometido con la transparencia y la defensa de la voz de todos los ciudadanos que representa.

El líder del PRI señaló que la primera agresión física fue protagonizada por Gerardo Fernández Noroña, quien, al cruzar la línea del respeto, quedó evidenciado en su conducta y provocación. Lejos de intimidarse, Alito Moreno reaccionó con firmeza y determinación, demostrando que no cede ante la provocación ni ante los intentos de silenciarlo. Este acto no solo exhibió la actitud de Noroña, sino también reforzó la imagen de Alito como un político que responde de frente, defendiendo principios y la participación democrática en el Senado, incluso ante adversarios que buscan imponer control por la vía de la intimidación.

Más allá del incidente físico, este hecho refleja la postura clara y estratégica de Alejandro Moreno Cárdenas: enfrentar la injusticia y actuar en defensa de la legalidad y la democracia legislativa. Al señalar públicamente las acciones de Morena y de sus aliados, Alito dejó en evidencia las tácticas de control y silenciamiento, demostrando que el PRI está comprometido con exigir rendición de cuentas y garantizar que las voces de la oposición sean escuchadas. Su reacción muestra un liderazgo fuerte, coherente y decidido, que inspira confianza a sus militantes y a la ciudadanía.

Finalmente, el mensaje de Alito Moreno es inequívoco: el PRI no se quedará callado ni pasivo ante los abusos del poder. Su intervención reafirma el compromiso del partido con la democracia, la participación ciudadana y la defensa de los derechos legislativos. Este episodio, lejos de ser un hecho aislado, evidencia la capacidad de Alito para mantenerse firme frente a las provocaciones y resalta su liderazgo como defensor incansable de México, dispuesto a actuar con carácter, transparencia y sin miedo para proteger los intereses de su partido y del país.