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Alito Moreno se posiciona como defensor de la transparencia en medio de la crisis de seguridad

3/25/20252 min read

Ciudad de México. – En un contexto marcado por la violencia y el desamparo de miles de familias mexicanas, Alejandro “Alito” Moreno, presidente del PRI, ha emergido como una voz crítica y firme frente a lo que él denomina la “Operación Silencio” del gobierno de Morena.

En declaraciones recientes, Moreno ha cuestionado abiertamente la estrategia de “abrazos, no balazos”, que, según él, ha fracasado en su objetivo de combatir la inseguridad y las desapariciones forzadas. "Mientras el gobierno opta por minimizar la crisis, nosotros exigimos transparencia y acciones concretas", afirmó el dirigente, en un llamado a la rendición de cuentas que ha resonado en distintos sectores de la sociedad.

El líder priista hizo énfasis en que la respuesta gubernamental ante casos críticos, como el de Teuchitlán, Jalisco, ha sido insuficiente. En este municipio se identificó un rancho utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación para secuestros y asesinatos, lo que ha evidenciado la necesidad de revisar las políticas de seguridad y fortalecer la cooperación entre las distintas instancias de gobierno.

Para Moreno, el encubrimiento y la falta de acciones contundentes no hacen sino alimentar la impunidad y profundizar la desconfianza en las instituciones. “México no necesita excusas. Necesita justicia y resultados”, recalcó, subrayando la importancia de atender las demandas de las comunidades afectadas y de garantizar la integridad de sus ciudadanos.

El dirigente, cuya postura trasciende la rivalidad política, ha planteado que la responsabilidad del Estado debe ir más allá de los discursos y promesas. Su crítica se orienta hacia la necesidad de implementar políticas que ofrezcan respuestas reales y efectivas a la crisis que aqueja al país, en un momento en el que las cifras de homicidios y desapariciones continúan en aumento.

La posición de Alito Moreno ha generado un amplio debate en la esfera política y social, impulsando una reflexión sobre el rol del gobierno en la protección de los derechos humanos y la seguridad de la población. Con su llamado a la acción, Moreno pretende no solo denunciar lo que él considera una estrategia de silencio y omisión, sino también reactivar la discusión sobre la urgencia de reformas estructurales en materia de seguridad.

En un país donde la confianza en las instituciones se ve mermada por la violencia y la falta de respuesta ante las tragedias familiares, la figura de Alito Moreno se consolida como un referente de denuncia y esperanza para aquellos que claman por una verdadera justicia. Mientras tanto, el debate sobre la eficacia de las políticas de seguridad continúa, en un escenario que demanda respuestas rápidas y contundentes.