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Así acabaron con la vida del legislador Benito Aguas en Tezonapa
El representante del PVEM por Zongolica, Veracruz, fue asesinado el 14 de diciembre de 2024 en un ataque armado mientras asistía a una comida con simpatizantes.
12/15/20242 min read
El diputado federal Benito Aguas Atlahua, representante del Partido Verde Ecologista de México por Zongolica, Veracruz, fue asesinado el 14 de diciembre de 2024 en un ataque armado mientras asistía a una comida con simpatizantes en el municipio de Tezonapa. Los hechos ocurrieron en un restaurante local, donde individuos armados irrumpieron y dispararon contra los asistentes, dejando al legislador y a su escolta muertos en el lugar. Según testimonios, Aguas había sobrevivido previamente a un atentado en su domicilio el 9 de diciembre, cuando recibió dos disparos, pero esta vez los agresores lograron su objetivo.
El contexto de este crimen es particularmente alarmante debido a las disputas por el control de Tezonapa, una zona conocida como “foco rojo” por la presencia del crimen organizado. De acuerdo con reportes locales, la región ha sido escenario de constantes enfrentamientos entre grupos delictivos, lo que ha dificultado las labores de seguridad y gobernanza en la zona.
Aguas Atlahua, quien anteriormente se desempeñó como líder comunitario y promotor de proyectos sociales, era conocido por sus críticas al abandono gubernamental en las áreas indígenas. Pese a su relación con Morena, su labor legislativa lo había posicionado como un defensor de los derechos de los pueblos originarios y un impulsor de la justicia social.
La ejecución del diputado ha generado indignación en diversos sectores políticos. Legisladores del Partido Verde y Morena han condenado el asesinato, exigiendo una investigación exhaustiva. Asimismo, el caso resalta la vulnerabilidad de los servidores públicos en Veracruz, un estado marcado por altos índices de violencia.
El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, y la Fiscalía General del Estado han prometido castigar a los responsables. Sin embargo, la persistencia de estos ataques pone en duda la efectividad de las estrategias de seguridad en la región, incrementando la presión sobre las autoridades locales y federales para resolver el caso y brindar justicia a la familia del legislador.
Este asesinato subraya la necesidad urgente de garantizar un entorno seguro para los representantes políticos y la ciudadanía en general en estados con alta incidencia delictiva como Veracruz.