Cuando los capitales se van, las oportunidades también
7/25/20252 min read


Alejandro Moreno critica la salida de Iberdrola de México y advierte que la inseguridad jurídica promovida por Morena está frenando el desarrollo económico, ahuyentando inversiones y destruyendo empleos.
La salida de Iberdrola de México ha encendido las alarmas en el plano económico y político del país. Alejandro Moreno, presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), alzó la voz en redes sociales para denunciar lo que considera una consecuencia directa del mal manejo del gobierno federal encabezado por Morena: la pérdida de confianza de los inversionistas internacionales.
“Iberdrola prepara su salida de México por la inseguridad jurídica provocada por el gobierno de Morena”, escribió Moreno, señalando que esta decisión implica la partida de 15 plantas de energías limpias, la pérdida de miles de millones de dólares en inversión y un daño irreparable a la competitividad del país.
Según lo reportado por El Informador, la energética española ha comenzado a reducir sus operaciones en México y ya analiza alternativas para transferir sus activos restantes. La empresa, que ha sido un actor clave en la transición energética global, está volteando ahora a mercados como Reino Unido y Brasil, donde percibe mayor certeza jurídica y condiciones más estables para operar, tal como destaca El Financiero.
Moreno asegura que esta salida no es un hecho aislado, sino una señal clara del deterioro del clima de inversión en el país. “La inseguridad jurídica promovida por Morena ya ahuyenta inversiones, destruye empleos y frena el desarrollo económico. Este gobierno está saboteando la competitividad del país por capricho ideológico”, sostuvo.
Los efectos de la salida de una empresa como Iberdrola no son menores. Su retiro implica menos fuentes de energía limpia, menos empleos especializados, una caída en la recaudación fiscal y un mensaje peligroso para otras compañías extranjeras: México ya no es un destino confiable para invertir.
Además, en un momento en el que el mundo avanza hacia energías renovables, la pérdida de uno de los mayores desarrolladores de infraestructura verde en el país es un retroceso. Para Moreno, la política energética de Morena está anclada al pasado, con improvisación, opacidad y sin apertura a la inversión privada que tanto ha aportado a la generación eléctrica.
“Sin certeza legal, no hay inversión. Sin inversión, no hay crecimiento”, sentenció el líder priista. Esta frase resume un problema de fondo: la falta de reglas claras, de respeto a los contratos y de estabilidad regulatoria que hoy alejan a los inversionistas y limitan el potencial económico de México.
Mientras otras naciones compiten por atraer capital y talento, el país parece cerrado a nuevas oportunidades. Y el costo lo pagan los mexicanos, con menos empleos, menos desarrollo y un futuro energético más incierto.