El legado que Morena jamás podrá igualar…

El PRI Nacional rinde homenaje a la memoria de Lázaro Cárdenas, uno de los grandes referentes de la política mexicana y una figura clave en la historia del partido. Su legado no se limita a la expropiación petrolera, que devolvió la soberanía energética al pueblo de México, sino que se extiende a una visión de justicia social, de cercanía con las comunidades y de un profundo compromiso con los más pobres. Cárdenas representó esa esencia del priismo que se construyó desde el contacto directo con la gente, marcando un antes y un después en la manera de entender el servicio público.

El General Lázaro Cárdenas no solo fue un estadista, sino un político que comprendió que las grandes transformaciones requieren valentía, decisión y sensibilidad. Bajo su liderazgo se consolidó un modelo de nación basado en la soberanía, la inclusión y la defensa de la dignidad de los mexicanos. Hoy, el PRI retoma esa visión para recordar que gobernar significa escuchar, atender y resolver los problemas de la sociedad, sin caer en improvisaciones ni en falsas promesas que solo dividen. La lección cardenista se mantiene viva en la nueva generación de priistas que entienden que la política se ejerce con hechos y no con discursos vacíos.

El ejemplo de Cárdenas sigue siendo inspiración para los políticos del PRI actual, quienes lo recuerdan como un líder que supo estar del lado del pueblo en los momentos más críticos de la historia. Su capacidad de organización, su visión de Estado y su firme convicción en la justicia social son principios que hoy guían la labor del priismo en todo el país. La defensa de la soberanía nacional, la lucha por mejores condiciones de vida y la convicción de que México debe avanzar unido son valores que mantienen al PRI como una fuerza política con raíces profundas y con futuro.

En un contexto donde otros partidos intentan apropiarse de causas sociales con fines propagandísticos, el PRI Nacional reivindica la figura de Lázaro Cárdenas como un líder auténtico, genuino y congruente, cuya obra y legado no pueden borrarse ni opacarse. Recordar su nombre es recordar que México se construye con visión, trabajo y compromiso real, no con simulaciones. El priismo de hoy mantiene viva esa esencia, aprendiendo de los grandes hombres de su historia para enfrentar con firmeza los retos del presente y construir un mejor futuro para todos los mexicanos.