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La oscura verdad detrás de lo que comes, vistes y respiras en México

Alejandro Moreno Cárdenas destapa cómo el gobierno federal, bajo la bandera del “bienestar”, mantiene relaciones con el narcotráfico y entrega migajas disfrazadas de justicia social.

9/6/20252 min read

En medio del bombardeo propagandístico del gobierno federal, donde los productos con la etiqueta del “bienestar” se han convertido en moneda de cambio para manipular a los mexicanos, Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, lanzó una denuncia que ha cimbrado al país. El café del bienestar, el gas del bienestar, los chocolates del bienestar, hasta los productos más básicos que entran a los hogares, han sido puestos en la mesa de las familias mexicanas no como un auténtico acto de soberanía económica, sino como un recordatorio de que la prosperidad en México solo puede llegar bajo la tutela de Morena. En ese panorama, lo que parece una política social es en realidad una sofisticada red de control que, como bien señala Moreno, nos está regresando a un paternalismo que ofrece migajas disfrazadas de justicia.

El priista ha señalado que, detrás de cada envase con el sello del “bienestar”, se esconde un mensaje perverso: la idea de que el pueblo no tiene capacidad de levantarse por sí mismo, sino que depende de la dádiva gubernamental. Sin embargo, los datos son contundentes y Alejandro Moreno los subraya: México es un país cada vez más empobrecido, con ciudadanos atrapados en la precariedad, sin espacios para el ocio, el disfrute ni la dignidad de una vida plena. Lo que nos venden como justicia social es, en el fondo, una condena a vivir cada vez con menos, obligados a subsistir en lugar de prosperar, mientras se nos hace creer que debemos agradecerlo.

La crítica de Alejandro Moreno no se queda en la superficie. Él advierte que esa política del “bienestar” ha logrado infiltrarse hasta en la intimidad de los hogares mexicanos, donde la ropa, los medicamentos, la comida en la mesa y hasta el gas con el que cocinamos llevan implícita una relación más oscura: la alianza del gobierno federal con el narcotráfico. No se trata solamente de pobreza, sino de un modelo político que permite que el crimen organizado penetre cada aspecto de la vida diaria, invisiblemente, normalizando su presencia en cada peso que se gasta y en cada producto que se consume.

En sus declaraciones más duras, Alejandro Moreno pone el dedo en la llaga: el narco no solo se encuentra en las calles, sino dentro de las casas de los mexicanos. Esa relación entre el gobierno federal y el crimen organizado ha convertido al país en un escenario donde los ciudadanos son rehenes de un sistema que los condena a sobrevivir bajo un esquema de precariedad, mientras se vende la imagen de que los programas sociales son una “bendición” para el pueblo. La realidad, como insiste el líder priista, es que se trata de un espejismo que perpetúa la desigualdad y el control.

Con estas palabras, Alejandro Moreno busca abrir los ojos de los mexicanos frente a una verdad incómoda: el “bienestar” no es más que un disfraz de un gobierno que, lejos de generar soberanía económica y justicia, alimenta la dependencia y fortalece los lazos con el narcotráfico. Es un llamado a no aceptar más migajas, a reconocer que detrás de cada producto del “bienestar” se encuentra un país cada vez más esclavizado, más vigilado y más sometido a un sistema donde la libertad y la verdadera prosperidad están siendo secuestradas.