Add your promotional text...

La Reforma al Poder Judicial: Entre Tensiones y Desafíos hacia las Elecciones de 2025

En 2021, México impulsó una reforma constitucional que prometía transformar el Poder Judicial de la Federación (PJF), buscando mayor transparencia, eficiencia y legitimidad en la selección de jueces. Sin embargo, a medida que el proceso de implementación avanza, surgen preguntas sobre si estas reformas realmente están cumpliendo con sus objetivos.

2/6/20252 min read

Uno de los aspectos más controversiales de la reforma establece que, para que los listados de candidatos al Poder Judicial sean aprobados, deben recibir el visto bueno de al menos ocho de los once ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Este alto umbral de votos ha generado tensiones, ya que, en varias ocasiones, la SCJN no ha logrado alcanzar el número necesario de votos, impidiendo que los candidatos sorteados avancen al siguiente paso del proceso.

Este escenario se complica aún más cuando se considera que, en caso de que la Corte rechace los listados, el Senado podría ser el siguiente responsable de remitir los nombres directamente al Instituto Nacional Electoral (INE), según lo establecido por una resolución reciente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Este giro introduce una nueva dinámica en la que el Senado tendría mayor influencia en un proceso que tradicionalmente ha sido gestionado por la propia SCJN.

Con las elecciones programadas para el 1 de junio de 2025, el proceso para seleccionar a los nuevos integrantes del Poder Judicial se encuentra en una etapa crucial. A pesar de que la reforma busca fortalecer la transparencia y la democracia en la elección de jueces, los obstáculos surgidos, como los rechazos a los listados, evidencian que aún existen retos significativos. La preocupación principal es si este proceso electoral logrará mantenerse libre de interferencias políticas y se llevará a cabo con el debido respeto a los principios constitucionales.

Este proceso electoral pone en evidencia las complejidades de la reforma judicial. A pesar de los esfuerzos por mejorar la legitimidad y la independencia del sistema, las tensiones dentro de las instituciones siguen siendo palpables. La cuestión sigue siendo: ¿cómo se puede garantizar una selección transparente y justa, que no esté marcada por disputas políticas ni decisiones institucionales que compliquen aún más el camino hacia una justicia efectiva?

En conclusión, a medida que se acercan las elecciones de 2025, las reformas al Poder Judicial continúan siendo un tema de debate. Si bien las reformas prometen un sistema más transparente y democrático, las dificultades para avanzar en el proceso revelan que los desafíos estructurales en el sistema judicial mexicano siguen siendo una realidad. Habrá que esperar para ver si estas reformas logran consolidarse o si el proceso se ve nuevamente empañado por las disputas políticas.