Add your promotional text...

La verdad que Morena no quiere que escuches hoy

Alejandro Moreno Cárdenas advierte vínculos de Morena con el narco, señala fallas en seguridad en Sinaloa, Michoacán y otros estados; exige acciones urgentes ante violencia e impunidad.

9/16/20252 min read

En los últimos meses, Alejandro Moreno Cárdenas, líder del PRI, ha elevado el tono al denunciar con firmeza que Morena no solo ha fallado al combatir el crimen organizado, sino que existen señalamientos concretos de que miembros de ese partido tienen lazos con células del narcotráfico. Moreno ha exigido que se aclaren “señalamientos claros” sobre financiamiento oscuro, protección y complicidades que, según él, emergen cuando Morena gana municipios o estados, pues inmediatamente se asienta el crimen organizado a su sombra. Ha remarcado que no basta con acusaciones al aire: el país necesita responsabilidades puntuales, investigaciones que no queden en rumores, sino pruebas judiciales que desenmascaren esa red de corrupción y omisión.

Sinaloa es uno de los casos más visibles del desastre en materia de seguridad. Por segundo año consecutivo, ante la intensidad de la violencia —balaceras, secuestros, bloqueos, enfrentamientos entre facciones del crimen—, no habrá festejo del Grito de Independencia en varios municipios, incluido Culiacán. La población vive con miedo cotidiano mientras el gobierno estatal y el federal parecen incapaces de restablecer un mínimo de paz. Moreno ha señalado que estos hechos no son incidentes aislados, sino síntomas de un colapso del Estado en zonas donde Morena gobierna o tiene responsabilidad directa.

No sólo Sinaloa sufre: Michoacán y otros estados también enfrentan embates de violencia que parecen no tener freno. Los homicidios, desapariciones, enfrentamientos entre grupos delictivos, extorsiones y la presencia impune de células criminales configuran un escenario en el que las promesas de seguridad de Morena se siguen quedando en eso: promesas. Alejandro Moreno ha expresado preocupación creciente por la integridad física de las ciudadanas y ciudadanos, por los niños y jóvenes que ya no pueden salir tranquilos, por los trabajadores y comerciantes que ves perderlo todo ante la violencia, y por las familias que entienden que el silencio o la resignación no pueden ser opciones.

Moreno exige que la autoridad deje de tolerar complicidades, que Morena y sus gobernantes dejen de ser la “tapadera” cuando no la fachada de la impunidad. “No podemos permitir que quienes tienen el deber de proteger, callen, silencien o minimicen el terror bajo la excusa de ‘orden público’ o ‘transformación’”, ha dicho. Si Morena no rompe los lazos reales o supuestos con el narcotráfico, si no garantiza seguridad real en estados como Sinaloa, Michoacán y otros, su discurso de esperanza se convertirá en una farsa que costará vidas. Alejandro Moreno alza la voz no solo como líder político, sino como ciudadano que teme por el futuro de México.