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Los baches en CDMX, un problema sin fin que erosiona presupuesto y calidad de vida

La situación de los baches en la CDMX refleja una carencia de recursos y de estrategias duraderas para atender los problemas de movilidad y seguridad vial de la ciudad.

Redacción

11/12/20242 min read

El problema de los baches en la Ciudad de México ha representado un gasto multimillonario en mantenimiento y reparaciones, con consecuencias tanto económicas como de movilidad. Según cifras oficiales, el gobierno destina miles de millones de pesos anualmente para reparar las calles, aunque la cantidad exacta de baches no se ha documentado con precisión. La deficiente infraestructura vial afecta la calidad de vida de los ciudadanos, ya que aumenta el tiempo de desplazamiento y el riesgo de accidentes vehiculares. Además, muchos de estos desperfectos reaparecen después de las reparaciones, lo que genera un círculo vicioso de gasto público.

Las alcaldías en CDMX enfrentan grandes retos para atender esta problemática debido a la magnitud y frecuencia de los daños. El artículo destaca que la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) realiza esfuerzos constantes para mejorar la infraestructura, pero la falta de fondos suficientes y la infraestructura obsoleta dificultan su labor. Asimismo, la demanda de reparaciones en las 16 alcaldías sobrepasa los recursos disponibles, y no siempre se logran cubrir todas las zonas afectadas.

Otro factor que agrava el problema es el clima; las lluvias intensas y constantes erosionan las calles, haciendo que los baches sean una constante. En algunas áreas, los ciudadanos han comenzado a tomar medidas independientes, señalizando los baches para evitar accidentes o incluso realizando reparaciones temporales con sus propios recursos.

En cuanto a los daños a vehículos, los baches afectan las llantas, suspensiones y frenos, obligando a muchos automovilistas a gastar grandes sumas en reparaciones. Aunque se han implementado programas de mejora vial, la población sigue exigiendo acciones más efectivas, como el desarrollo de infraestructura más resistente o nuevas tecnologías para minimizar los efectos de los baches.

La situación de los baches en la CDMX refleja una carencia de recursos y de estrategias duraderas para atender los problemas de movilidad y seguridad vial de la ciudad. Los expertos consideran que la situación no mejorará sin un cambio estructural en la manera de asignar y gestionar los recursos de infraestructura.