México refuerza la lucha contra vapeadores y fentanilo con nueva reforma constitucional

El Senado de México ha dado un paso importante en la protección de la salud y la seguridad con la aprobación de una reforma constitucional que prohíbe la producción, distribución y comercialización de vapeadores, cigarrillos electrónicos y el uso ilícito de fentanilo. Esta medida busca enfrentar los retos de salud pública y combatir la influencia del crimen organizado en el comercio de estas sustancias.

Con 110 votos a favor, cinco en contra y dos abstenciones en la votación general, y 86 votos a favor y 39 en contra en lo particular, la reforma fue respaldada por Morena, el Partido Verde Ecologista, el Partido del Trabajo, PRI y PAN. A pesar de las diferencias en torno al enfoque, legisladores que inicialmente promovían la regulación, como algunos del PRI y PAN, se sumaron al consenso para avanzar con la prohibición.

La reforma introduce un nuevo párrafo al artículo cuarto de la Constitución, que establece sanciones para quienes produzcan y comercialicen dispositivos como vapeadores y sustancias tóxicas no autorizadas. También modifica el artículo quinto, limitando actividades comerciales o profesionales relacionadas con estas sustancias, con el objetivo de garantizar un control más estricto sobre su uso y distribución.

El senador Enrique Inzunza, de Morena, defendió la iniciativa al señalar que el consumo de vapeadores afecta especialmente a los adolescentes, quienes son los principales objetivos de la publicidad que los presenta como alternativas seguras al cigarro. “Estos dispositivos contienen sustancias nocivas que representan un riesgo severo para la salud”, subrayó.

Por otro lado, el fentanilo, una de las sustancias más peligrosas asociadas con la crisis de seguridad global, también es objeto de esta reforma. Aunque la prohibición no aplica a su uso médico como anestésico y analgésico, las medidas buscan frenar su comercio ilícito, que ha tenido graves consecuencias para la sociedad.

Críticos de la reforma advierten que el enfoque prohibicionista podría abrir el control del mercado a grupos delictivos, pero el Senado insiste en que esta es una medida necesaria para proteger a la población, especialmente a los jóvenes, y para reforzar la seguridad pública.

Con esta reforma, México reitera su compromiso con el bienestar de su población y envía un mensaje contundente en su lucha contra las sustancias que ponen en riesgo la salud y la seguridad de sus ciudadanos. Este avance establece un precedente importante en las políticas preventivas del país.