Morena pierde el control: la violencia se dispara y la oposición alza la voz

El país atraviesa una de sus crisis de seguridad más graves en la historia reciente. Con más de 182,000 homicidios registrados durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y una escalada de violencia imparable, el gobierno de Morena parece estar perdiendo el control. A pesar de los discursos oficiales que insisten en una reducción de la incidencia delictiva, la realidad en las calles es otra: asesinatos diarios, estados dominados por el crimen organizado y una estrategia de seguridad que no ha logrado frenar la crisis.

Frente a este panorama desolador, el dirigente nacional del PRI, Alejandro 'Alito' Moreno, ha sido una de las pocas voces de la oposición que se ha atrevido a denunciar la ineficacia del gobierno morenista en el combate a la delincuencia. A través de sus redes sociales, 'Alito' ha sido contundente: "El país se cae a pedazos y Morena sigue de brazos cruzados. Nosotros no nos quedaremos callados mientras destruyen nuestra soberanía y permiten que el crimen controle la vida de los mexicanos".

Con sus declaraciones, el líder priista se ha posicionado como la principal oposición a un gobierno que, según él, ha fallado en su responsabilidad de garantizar la seguridad. En contraste con otros partidos que han optado por una postura más pasiva, el PRI bajo su dirección se presenta como la única fuerza decidida a hacerle frente a Morena y recuperar el orden en el país.

Mientras la violencia sigue cobrando vidas y los ciudadanos exigen soluciones reales, la pregunta es inevitable: ¿seguirá Morena negando la crisis o finalmente asumirá su responsabilidad? Por ahora, el grito de la oposición resuena con más fuerza que nunca: "No nos callaremos".