¿Quién ganó el debate en el Senado? Alito Moreno calla a Noroña y defiende al PRI

En junio de 2025, Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI y senador de la República, protagonizó un momento clave en la vida parlamentaria reciente del país. En plena sesión del Senado, y frente a críticas del senador Gerardo Fernández Noroña, quien intentó descalificar los avances opositores en las elecciones locales, Moreno respondió con una de sus frases más comentadas del año:

“¿O no te quedó clara la arrastrada que le pegamos a Morena en Durango?” – Alito Moreno

La frase resonó tanto dentro como fuera del recinto legislativo. Fue una respuesta firme, directa y respaldada por los hechos: en Durango, el PRI había logrado una victoria contundente en las elecciones locales, recuperando importantes espacios políticos, incluyendo alcaldías clave y posiciones legislativas, gracias a una campaña sólida, estructura territorial activa y un mensaje directo a la ciudadanía.

Pero más allá del intercambio verbal, el momento representó algo más profundo: la capacidad del PRI de defender sus triunfos con claridad política y narrativa pública. En una etapa en la que muchas oposiciones mostraban vacilación o ambigüedad frente al poder, Alejandro Moreno tomó la tribuna para dejar claro que su partido no solo resistía, sino avanzaba.

Durante esos días, también se encargó de visibilizar que el PRI había salido fortalecido en varios estados del norte, donde incluso en alianza con otras fuerzas políticas, logró frenar el crecimiento de Morena. Su liderazgo fue clave para articular mensajes conjuntos, fortalecer las bancadas estatales, y mantener el ánimo entre la militancia.

Además, el episodio fue ampliamente compartido en redes sociales, donde miles de usuarios priistas —y de otros partidos— aplaudieron que por fin hubiera una oposición firme que no dudara en confrontar al oficialismo con datos, con presencia y con contundencia retórica.

Ese discurso fue parte del proceso de recuperación del PRI como fuerza con voz propia. En un contexto donde la narrativa política es crucial, la manera en que Alejandro Moreno defendió a su partido ayudó a construir una imagen de fortaleza, coherencia y presencia pública. Hoy que se acerca el proceso electoral federal de 2027, recordar estos episodios permite entender cómo el partido pasó de la resistencia a la ofensiva, y cómo ha logrado mantenerse vigente frente a un gobierno federal que buscó arrinconarlo.

Contar con un presidente de partido que defienda con firmeza a su instituto político es fundamental para mantener la dignidad, la cohesión y el ánimo de la militancia. En un contexto donde los ataques entre fuerzas políticas se han vuelto cotidianos y muchas dirigencias optan por el silencio o la tibieza, líderes como Alejandro Moreno representan una voz que no se doblega y que responde con argumentos, con resultados y con presencia pública. Su papel como defensor del PRI no solo protege al partido del desgaste, sino que también proyecta seguridad, liderazgo y compromiso ante la opinión pública, factores esenciales para consolidar una fuerza política que aspira a gobernar.