Refinería de Cadereyta rompe récord de contaminación en 2024
La refinería de Cadereyta incrementa la producción de combustóleo, generando preocupación por sus efectos ambientales y compromisos incumplidos.
Redacción
12/2/20242 min read


La Refinería de Pemex en Cadereyta alcanzó en 2024 niveles históricos en la producción diaria de combustóleo, un residuo altamente contaminante. Según datos recientes, esta planta, ubicada en Nuevo León, promedió su mayor generación de este desecho en los últimos 21 años. El combustóleo, un subproducto del proceso de refinación, es ampliamente criticado por su impacto ambiental debido a sus altos niveles de azufre y otras emisiones nocivas.
Pese a los compromisos adquiridos por Pemex y el gobierno federal para reducir la producción de combustóleo y priorizar energías más limpias, el aumento en su generación plantea dudas sobre la efectividad de las estrategias implementadas. La producción masiva de este residuo también refleja limitaciones en la capacidad tecnológica de las refinerías del país para procesar crudo pesado y obtener productos más limpios, como gasolina o diésel.
En este contexto, ambientalistas y especialistas han alzado la voz, señalando que esta situación contribuye al deterioro de la calidad del aire en la región y representa un retroceso en los esfuerzos nacionales e internacionales por combatir el cambio climático. A pesar de estas advertencias, no se han dado a conocer planes concretos para revertir esta tendencia.
La Refinería de Cadereyta ha estado bajo escrutinio en años recientes por su contribución a los índices de contaminación en el noreste del país. Con una inversión federal reciente de 1,600 millones de pesos, se esperaba que se priorizara la modernización de la infraestructura para minimizar los residuos y emisiones. Sin embargo, estos avances parecen aún lejanos.
La problemática también refleja una tensión entre las políticas de autosuficiencia energética promovidas por el gobierno actual y los compromisos ambientales asumidos por México en foros internacionales. Reducir la dependencia de combustibles fósiles sigue siendo un desafío urgente, pero contradictoriamente, la producción de combustóleo persiste como una solución económica inmediata para Pemex, aunque a largo plazo sea insostenible tanto ambiental como financieramente.