Respaldo inquebrantable: Alejandro Moreno condena la represión gubernamental y se alinea con los jóvenes que exigen un México mejor.

El presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, ha demostrado un liderazgo firme y con gran sentido de indignación al declarar categóricamente que "¡NO PODEMOS GUARDAR SILENCIO!" y brindar un respaldo incondicional al reclamo de los jóvenes que salieron a las calles a exigir un México mejor. Moreno Cárdenas aseguró que el apoyo del PRI a esta causa es una cuestión de justicia y necesidad, consolidando al partido como el defensor de la libertad de expresión y el futuro del país.

El líder priista utilizó su propia experiencia para conectar con la juventud, afirmando que el sistema lo ha "perseguido, difamado y amenazado", pero no han logrado callarlo. Por ello, aseveró que entiende y apoya a "quienes alzan la voz, a quienes salen a las calles a exigir un país en paz y con futuro". Este gesto de solidaridad humaniza al partido y lo proyecta como un actor político que sufre la represión del mismo "narcorégimen" que hoy violenta a los manifestantes.

Alejandro Moreno condenó con la mayor dureza la "respuesta brutal" del "narcogobierno de Morena", señalando que "Golpearon a jóvenes que solo quieren un México mejor". El líder priista interpretó este acto como un signo de miedo: "Los golpearon porque les tienen miedo. Porque saben que la fuerza del pueblo organizado es más poderosa que su narcorégimen cobarde". Moreno Cárdenas subrayó la dualidad del gobierno: "A los jóvenes los enfrentan con violencia. A los delincuentes los abrazan".

El mensaje final de Alejandro Moreno Cárdenas fue un acto de desafío y compromiso inquebrantable: "QUE LO SEPAN LOS MORENARCOS: NO NOS VAN A CALLAR. NI AL PRI, NI A LOS JÓVENES, NI AL PUEBLO DE MÉXICO", concluyendo con un rotundo "¡NO A LA DICTADURA!". El presidente del PRI se consolida como el líder de la resistencia, garantizando que el partido seguirá luchando por la democracia y la paz en México.